Bodega y viñedos
La Veguilla se encuentra en Olivares de Duero, enclave privilegiado en el corazón de la Ribera del Duero, una de las mejores regiones vinícolas del mundo. Nuestra bodega es un proyecto familiar que va camino de cumplir tres décadas de historia y de dedicación apasionada, vertebrado por la filosofía de extraer lo mejor de esta tierra única.
Elaboramos nuestros vinos a partir de la variedad Tempranillo, la uva reina de la Ribera del Duero, procedente de 45 hectáreas de viñedos propios ubicados en plena Milla de Oro, donde elaboran sus vinos algunas de las mejores bodegas del mundo. Nuestras vides cuentan con una edad de 25 años y proceden mayoritariamente de vides antiguas de Valbuena de Duero.
Cultivamos nuestras cepas en espaldera para conseguir una maduración óptima de los frutos y realizamos podas en verde para que nuestra producción no supere los 3.500 Kg de uva por hectárea. El viñedo está controlado a lo largo de todo el año y un mes antes de la vendimia realizamos un seguimiento diario de la madurez para vendimiar cada parcela en el momento idóneo.
Nuestros viñedos
Los viñedos de La Veguilla, ubicados alrededor de la bodega, están agrupados en cinco pagos:
- Laveguilla y Viñedo Viejo se ubican en un estrechamiento del Duero, sobre suelos arcilloso-arenoso con manifestaciones calizas
- Las dos parcelas del Val que recorren la ladera en dirección al río, muestran suelos calcáreos en las partes más altas y arenosas cuanto más nos acercamos al Duero
- El pago de San Román es una pequeña parcela cercana a la carretera que une Olivares con Valbuena de Duero; en ellas los suelos arcillosos y la ausencia de pendientes marcan la personalidad del viñedo.
La combinación de los suelos y la magnífica exposición solar determinan la personalidad de las uvas, materia prima de nuestros vinos. Aunque nuestra variedad mayoritaria es la Tempranillo reservamos algunas viñas para el cultivo de Cabernet Sauvignon y Merlot con las que, en determinadas ocasiones, aportamos matices a los vinos.
La singularidad de un viñedo privilegiado
La materia prima de nuestros vinos es la Tempranillo, variedad reina de la Ribera del Duero. Crece en racimos compactos de tamaño medio y produce vinos estructurados, de coloración violácea intensa en los que destacan sugerentes aromas de frutos negros del bosque. Es una de las “uvas nobles” de nuestro país, que recibe su nombre por su maduración más temprana que otras variedades tintas. Perfecta para la elaboración de vinos longevos, criados en barricas de roble, como los vinos de La Veguilla, con los que buscamos transmitir la singularidad de un terroir privilegiado.
La ubicación de nuestros viñedos alrededor de la bodega permite reducir al mínimo los tiempos en vendimia, consiguiendo así que los racimos lleguen en perfecto estado y con todas sus propiedades organolépticas. Tras reposar unos días en depósito empieza la fermentación del mosto, exhaustivamente controlada, a la que seguirá la fermentación maloláctica que se produce de forma natural. Ambos procesos se desarrollan en depósitos cilíndricos de acero inoxidable de 20.000 litros, que favorecen el intercambio de sustancias, extrayendo lo mejor de cada fruta.
Cuando la fermentación ha terminado el vino está preparado para la crianza en barricas de roble francés y americano donde envejece, en condiciones controladas, el tiempo que determina nuestro enólogo, dentro de los plazos delimitados por el Consejo Regulador de la D.O. Y cuando ha alcanzado su punto de maduración se embotella en nuestras instalaciones, donde reposará hasta redondearse y conseguir su máxima expresión
Siempre en busca de la mayor calidad, elaboramos tintos longevos y jóvenes bajo las etiquetas La Veguilla y La Cepa Alta, además de una gelée a partir de uno de nuestros reservas.
En el corazón de la D.O. Ribera del Duero
La Ribera del Duero es una tierra única que produce algo inimitable, vinos emblemáticos, con una personalidad forjada a lo largo de siglos de historia. La Denominación de Origen abarca y protege desde 1982 un territorio vitícola que se extiende a lo largo del río Duero, entre las provincias castellano y leonesas de Soria, Burgos y Valladolid. El clima extremo y la singularidad geológica marcan el carácter de los vinos, equilibrados, estructurados y longevos que encuentran su mejor expresión gracias a las modernas prácticas de cultivo, las tecnologías más punteras, los procesos de control rigurosamente aplicados desde el Consejo Regulador y la sabiduría acumulada a través de los tiempos.
En la Ribera vallisoletana, ubicada en un territorio conocido por el prestigio de sus vinos como “Milla de Oro”, se encuentra Olivares de Duero, y a un paso de uno de los puentes más singulares que cruzan el gran río, nuestra bodega, rodeada de sus viñedos. Merece la pena acercarse a la iglesia parroquial edificada en el siglo XV, pues alberga un espectacular retablo renacentista, y recorrer las calles del pueblo a las que asoman sus fachadas antiguas casonas de origen renacentista. Las leyendas cuentan que Carlos V solía recalar en “el mesón” cuando viajaba desde Valladolid.