La gozosamente brutal explosión de la Naturaleza que estamos viviendo este año en Ribera del Duero, con buenas temperaturas (que no tuerzan las temibles heladas…) y generosas dosis de humedad de las lluvias anteriores, nos regala una brotación de los viñedos perfectamente regular. Observamos este año que la cubierta vegetal de invierno en los viñedos ha retrasado la brotación de las cepas, que se encuentran en un estado fenológico de desborre a día de hoy; y los que no tienen cubierta vegetal, muestran ya las hojas extendidas y algunos racimos ya visibles, pero el hielo está a la vista… las plegarias deben continuar.
También los almendros están esplendorosos, anticipando una cosecha sabrosa y abundante, que anuncia, a su vez, el abastecimiento de dos imprescindibles de LaVeguilla: los Pedillos de Fraile y las Legañas de Monja, almendras recubiertas de chocolate negro con un toque de canela, o de chocolate blanco con fragante coco, respectivamente.
Así que, como decía aquel, todo en orden por la comandancia…