En la vida hay muchos placeres que podemos disfrutar cotidianamente: un buen vino, un vermut a la hora precisa, una comida con amigos, un paseo en bici entre las viñas, una ruta junto al Duero susurrante… o unos Pedillos de Fraile. El sabor de la almendra recubierta de chocolate negro, al 70% de cacao, con ese pecaminoso toque de canela, es tan irresistible, que puede llegar a ser adictivo. Como es tan difícil evitar la tentación, siempre te queda la coartada de estar beneficiando a tu cuerpo con todas las virtudes de las almendras, del chocolate, que es un poderoso antioxidante, y de la aromática canela, rica en calcio, magnesio y fibra . Así que peca… con la conciencia tranquila.